martes, 21 de diciembre de 2010

Se acerca el fin de año!

Hace un mes exactamente dejé de escribir en este, mi querido aún, blog. Si lo veo en perspectiva es la doceava parte del año. Un año que se me pasó muy rápido y muy lento, a veces. Tuve momentos en que pensé que un mes se hacía interminable (antes de venir a España), hubo un mes que pensé que se hacía un chasquido de dedos (mi último mes en Pennsylvania, a comienzos de año) y ahora pienso que el tiempo me está jugando malas pasadas.
Llevo días reflexionando sobre ello. Cada vez (desde que tengo uso de razón o recuerdos vivos, es decir... desde los 16 años, más o menos) que está por terminar el año me entra una suerte de miedo, de desasosiego, de inseguridad, de necesidad de realmente tener un plan en mi vida. No tengo planes fijos. Creo que el único plan más fijo que tengo y he tenido en la vida es mi carrera universitaria. Sin embargo, es algo en lo que siempre me reinvento. Cada año mis gustos varían. Todos dentro de lo único que sé que me gusta en la vida: viajar y no permanecer quieta en algún lugar. A pesar de saber que me gusta... siempre creo que sería bueno algún día decidir acentar mis sueños en algún lugar. Y siempre pienso eso porque siempre veo gente a mi alrededor completamente segura de qué hace para conseguir lo que quiere y, también, de cómo lo hace!
Bien. Se acaba el Año y no quiero pensar en saldos ni cuentas. Simplemente, fue un buen año.
Tuve mucho qué hacer, mucho qué aprender, mucho qué reir y poco qué llorar. También tuve mucho qué aguantar y también mucho qué disfrutar y no me siento mal por ello, al contrario... Creo que fue positivo conocer tanto.
Ahora más no puedo decir ni agregar. Necesito pensar, necesito alejarme unos días a pensar...