miércoles, 27 de julio de 2011

Los pensamientos del Uno

Venía de Machu Picchu, hace unos días. No todos los días uno recorre el país para conocer un lugar tan especial... pero, en fin, venía en el tren, veía montañas, veía muchos espacios verdes a mi alrededor, cosa que no hago con frecuencia... y pensaba, pensaba mucho en mi vida, en la vida de mis amigos, en la vida de mi familia, en la vida en general... eso de pensar en la vida es algo bien complejo, pero también importante. Es como una forma de trascender por momentos. Y en esos momentos pensaba en algo y lo escribí:
"A veces las personas equivocadas son juntamos. Cuando la vida nos une creemos haber encontrado una razón máxima, suprema y profunda del sentido individual de ser. No está mal: los seres humanos somos y estamos solitarios por naturaleza y eso de alguna forma -extraña, claro está- decidimos compartir de nosotros para ir contra esta soledad. Sin embargo, creo que solo existe un UNO, un alguien que nos complementa física y emocionalmente. Solo uno. Y es difícil encontrarse con esa mitad perdida, porque tener la sensibilidad de identificarlo es cosa de sabios (o de suertudos también, quién sabe)... Solo personas así son capaces de saberlo y, no obstante, no hacer nada. Pocas veces entiendo el plan divino, pocas veces soy capaz de aceptar que la vida es así, que continúa a pesar de los altibajos. Sin embargo, hoy me levanté y escuché algo que me devolvió una cierta esperanza, una suerte de fe... No porque ese uno haya vuelto (bueno, en verdad, una parte sí), sino porque estuve segura de que fui una afortunada que puedo conocerlo y amarlo en defectos y virtudes. Que nuestras vidas fueran complicadas en aquel momento ya es otro tema. Una amiga hace poco me dijo: "cierra tu libro, termina tu historia". No sé si era un preliminar a hoy y, de repente, y sí. Lo cierto es que las historias inconclusas y verdaderas son así: regresan en el momento menos pensado y excavan en las entrañas de los sentimientos".

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