miércoles, 3 de noviembre de 2010

Hoy recibí una sorpresa!

Hoy estaba estudiando sobre los Procesos de Integración en Asia... realmente muy interesante y que se convierte ahora en un interés particular en mis estudios. Cada vez que alguien pregunta qué estoy haciendo y yo respondo, me dicen: "ahh yaaa". No hacen más preguntas. Creo que estudio algo que a nadie le interesa! No estudio cine, psicología o medicina, carreras en las que la gente fácilmente puede asociar su utilidad. La verdad me importa muy poco lo que la gente piense pero me da risa que, a veces, sea practicamente el único ser humano en una conversación que entienda de procesos que, desde mi perspectiva, son fundamentales para el presente y el futuro (leáse: aquellos problemas que, a quienes tenemos la vida resuelta, casi nunca nos toca y que siempre ataca a quienes son más vulnerables).
Esta tarde mientras estudiaba, Ale me dijo que bajaría a la cocina para hacer un postre (es cumple de Jaime y estamos haciendo una "sorpresa"). Mientras abría la puerta, Marina pasaba y me vio sentada en el escritorio. Aparentemente, no tenía planeado entrar, pero al verme a unos metros de la puerta se acercó y empezó a llorar. Lo único que me dijo fue: "tengo miedo". Yo entendí qué quería decir. No es algo de lo que deba comentar. Luego me dijo que saldría con Farah a tomar un café. Como yo estaba estudiando y estaba en pijamas (con una pinta de estar en rehabilitación para drogadictos, con mis pelos parados y desordenados, sin zapatos y con las uñas pintadas de negro) le dije que no podía salir pero que cuando regresara me enviara un mensaje o me llamara para bajar a verla.
Así, como a las 6 y algo más recibí un mensaje diciéndome que fuera a acompañar a la cocina a las dulces cocineritas (estaban Marina, Fani, Farah, Ale, Sole, Anastasia y Kadir), decidí bañarme, cambiarme y bajar. La encontré y le pregunté si estaba mejor y me dijo: "sí, claro... -se quedó pensando y dijo- en realidad no, no estoy bien, pero qué puedo hacer" y se rio como solo ella sabe hacerlo en esas situaciones: cuando está nerviosa y no sabe cómo lidiar con ello.
Decidí subir, dado que no aportaba nada en la cocina y quería leer un poco sobre la Guerra Fría. Abrí mi mail y encontré un mail que aún me sorprende y que aún no entiendo completamente. No hay más que pueda decir. Decir que me ha movido los recuerdos de una bonita amistad es casi una falacia. Decir que no siento nada es una mentira. Decir que lo pensaré luego es la única verdad. C'est la vie!

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