sábado, 5 de marzo de 2011

Despedidas y bienvenidas... Un extracto de emociones!

Mañana me voy a Perú y aún lo creo! Dejé de escribir en el blog
porque ya no me daba el tiempo y porque -fundamentalmente- las
palabras ya no fluían de mí... Era como si algo se hubiera quedado en
el camino. Y sí fue así: parte de mí quedó en este camino y
gratamente me voy dejando algo. Ahora intento meter los 6 meses de
recuerdos, historias y mucho equipaje en 2 maletas grandes, 1 maletín
de mano y una cartera. La verdad es que es una labor ardua, porque
siento que en este proceso estoy empaquetando, también, mis emociones
y, sinceramente, tan feliz no me hace!
Sin embargo, quiero hacer un pequeño recuento del viaje y de todo lo
vivido, no a nivel de resumen, sino a forma de expresar un poco la
marea que ahora tengo.
Llegué a España con muchas expectativas de conocer, de aprender, de
autoconocerme lo más que pudiera y (de repente lo más importante) con
ganas de cumplid uno de mis mayores sueños desde que tengo recuerdo:
conocer Europa.
Recuerdo que cuando cumplí 18 o 19 (no estoy muy segura) mi deseo de
cumpleaños fue conocer Paris y siempre comentaba con mi mamá:
"después de eso ya podré morir"... En teoría, según eso, ya estoy
preparada para morir! La verdad que no lo sé y no es el motivo de este
texto.
Conocí, no obstante, algo más que París!
Mis días pasaron dispuestos a enseñarme mucho de la vida y de cuál
es mi lugar y mi espacio en este mundo. Si bien ahora siento que tengo
ideas que se acercan más a lo que quiero de mí, aún hay mucho por
recorrer.
Está fue la primera vez que pasé tanto tiempo lejos de mi ciudad y de
mi país, en general (pues he tenido temporadas muy largas fuera de
Lima) y me gustó, aunque extrañé con alma, corazón y vida el caos
de Lima y la imprevisibilidad de la vida! Sin contar que extrañé a mi
familia y a mis amigos. Sin embargo, creo desde este parcial punto de
vista (pues aún no he llegado) que ha sido una distancia sana y de
maduración en mis relaciones familiares y amicales.
Santiago de Compostela fue mi hogar durante los aproximadamente casi 5
meses que estudié. Fue maravilloso pues me enfrenté (en el sentido
más amplío de la palabra) a personas y situaciones que no imaginaba
ni en sueños: descubrí que las formas de vida que existen en el mundo
no son únicamente las que yo creo conocer (y aún ahora). Mi
universidad, alma máter, casa de estudios, etc., la PUCP me enseñó
mucho y me preparó para este gran reto... No obstante, la búrbuja de
mi vida de estudiante no me había permitido hasta ese momento conocer
esto que descubrí en este intercambio! Y estoy y soy feliz por ello.
Hice buenos amigos, conocí personas maravillosas y reconocí mejor a
una maravillosa persona :) Aprendí de mí de una forma incalculable.
No sé maduré al menos un poquito (creo que no, la verdad) pues mi
ímpetu es muy difícil (y, a veces, hasta me juega malas pasadas).
Ahora solo debo seguir ordenando mis maletas e ir a un Museo y en la
noche salir a bailar en mi última noche, de esta temporada, en Madrid


Enviado desde mi iPod

No hay comentarios:

Publicar un comentario